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¡¡ Que todo se vaya por el barranco !!



AVENTAR LA VAQUITA POR EL BARRANCO

Resulta ser un sabio que vivía en una montaña un día despertó y le dijo a uno de sus discípulos que se preparara pues emprenderían un viaje , no le dijo hacia donde o las condiciones del mismo, sólo tomaron camino una vez que amaneció.

Como era de esperarse en un viaje por la montaña en verano, los dos viajeros sentían cansancio y sed debido al excesivo sol sin sombra que todo el día los siguió y antes de anochecer vislumbraron una casita justo en una de las orillas de la montaña y se dirigieron a ella.


Tocaron la puerta y los recibió un señor con semblante gris, apagado, incluso encorvado pero amable, de forma que les ofreció cama y comida para esa noche y les permitió el paso. Legaron justo a tiempo al momento cuando la esposa estaba en la cocina preparando una sopa a la que le daba vueltas y vueltas como si de ellas la sopa pudiera lograr obtener más sabor o consistencia puesto que al ver sus dos invitados de esa noche, sólo agregó más agua pues era todo lo que tenían para esa noche.

La familia , esposo, esposa y dos hijos , una vez en la mesa contaron a los viajeros que habían vivido ahí en la orilla de la montaña toda su vida y que se sostenían de una vaca que les daba leche, la ordeñaban diario y los dos o tres litros que les daba al día los vendían en el mercado y con eso se sostenía la familia cada día.

Se hizo más tarde y llegó la hora de dormir. Al día siguiente los viajeros se despertaron antes del amanecer, tendieron la cama, doblaron la ropa y se retiraron en silencio absoluto sin despedirse de la amable familia. Caminaron un poco al rededor de la casa y vieron a la vaca que despertaba y comenzaba a comer pasto verde y fresco que recién crecía por debajo de unas rocas a la orilla de la montaña : el sabio se acerca a la vaca y de un solo empujón arroja a la vaca al precipicio, en seguida toma camino con su discípulo y se alejan de la casita.

Al amanecer el señor se despertó y salió a buscar a su vaca como cada mañana para ordeñarla y al dar varias vueltas al rededor de su casa, asomándose a la orilla pudo ver a su vaca en el fondo.

Años más tarde , el sabio decidió salir a un nuevo viaje e igualmente tomó camino justo por dónde lo había hecho la ocasión pasada, de forma que hubo un momento que se detuvo al recordar que en aquel extremo de la montaña donde se encontraba había una casita con una familia y una vaca, tuvo curiosidad y tocó la puerta de la enorme mansión que había en su lugar, un camino de cipreses con terracería aplanada llevaban a la entrada.

Al tocar la puerta varias veces sin respuesta, dándose vuelta le abrió la puerta un señor elegante, agradable aroma, amable, sonriente y fuerte , éste le preguntó a quien buscaba y el sabio le respondió que buscaba al señor y su familia que antes vivían aquí mismo pero que ahora claramente ya no están. El vigoroso señor observó al sabio con detenimiento y después de unos segundos le dijo :

- Usted es aquel forastero que vino a pedirnos cama y comida en una noche de viaje , cierto?,

Y sin despedirse arrojó a nuestra vaca al precipicio ….

- Adelantándose el señor dijo :

Al quedarnos sin tener como sostenernos de esa vaquita que a penas y nos daba para vivir, aprendimos a plantar nuestra tierra. Esa vaca nos mantenía en una vida miserable y no éramos capaces de ver todo lo que había para nosotros.

Todos tenemos una vaquita que nos mantiene con un velo gris, en un lugar infeliz y mediocre. ¡¡ Que la vida nos aviente todo lo el barranco si de esa manera entonces viene mi majestuosidad !!


¿ Cuál es tu vaca en el amor, en el trabajo, en la familia, en el amor propio, en la salud , en el dinero ?


Generalmente el papel del sabio lo representa la vida cuando nos pone aquellos retos dónde desconfiamos en cómo poder superar las crisis que se nos presentan; cada crisis es una vaca que se nos va por el barranco y es una oportunidad para aprender a sembrar nuestra tierra, para crecer , para ver hacia afuera y con la certeza de que siempre siempre podemos lograrlo.


Otras veces el papel de sabio somos nosotros mismos, cayendo en cuenta de una situación que ya no es nuestro lugar , cuando descubrimos que merecemos más y ahí, justo en ese momento de valor, de fortaleza, de certeza absoluta y de amor propio, cada que logramos aventar nuestras vaquitas por el precipicio a voluntad propia, estamos construyendo nuestra mansión.


Construímos los que nos merecemos forzados muchas veces por una situación que parece angustiante, es sólo la vida dándonos el empujón para darnos más, para estirar la cuerda, para dejar ese estado cómodo pero que no nos hace florecer.


Salir de tu zona de confort , encontrar la manera, hacer que suceda.


Veamos la magia que hay detrás de cada situación dolorosa, es un atisbo del cambio que está por llegar a nuestras vidas, es una forma de la vida de amarnos y darnos más de todo lo bonito, aunque claro, primero requerimos atravesarlo con valentía pero sin duda con la claridad de que solo que sigue es más grande.


Con amor y siempre con una sonrisa, Ceci Colín.

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