top of page

¡¡ Pero qué afán de siempre tener que estar bien !! ...






Tengo pegada en el espejo de mi habitación un pequeño papel con una frase de Buda que dice : Para enseñar a los demás, has de enderezarte primero a ti mismo.


Por supuesto que es una frase con completa coherencia, tiene todo el sentido que antes de pretender ser un ejemplo para alguien, sea nuestro resultado el que verdaderamente hable.


¿Y que hacemos con el caos natural de la vida ? Ese que nos acompaña a todos los que no aspiramos ni de lejos a ser Buda porque queda claro que si nos comparáramos con un evento natural arrasador, una tormenta con relámpagos que dejan sordo y ciego, ráfagas de viento y lluvia que lo destruyen todo, nos describiría a la perfección o al menos así me identifico yo.


Todo esto para poder decir que NO!!


No a una vida que en veces me expulsa de la cajita de perfección, paz y serenidad que me he construido, porque así yo misma me he quitado el poder de destruirlo todo, de poder ser un caos arrasador que al final de toda la batalla, ya cansada y con deseo de volver a casa , desde esa nada, tome fuerza para volver a crearlo todo, para poder volver a comenzar.


No a una vida que asfixia de ser tan tibia porque nadie puede decir que nos volvemos locos de amor por alguien, que nos derrite una mirada, que deseamos 3 postres y 5 horas de plática, que un día ya no nos guste nada de lo que vemos y deseamos tirarlo todo a la basura, quemarlo, desaparecerlo, andar desnuda si hace falta para dejar de vernos como hasta ese día que algo cambió por dentro y nos hizo ya no reconocernos, no a una vida que siempre me ponga un velo para no verme tan yo, tan loca, tan rara, tan intensa, para que se escuche quedito lo que digo, para que mi mirada no penetre a fondo un alma, para que pueda caber en donde todos de una u otra manera hemos elegido entrar, que es a esta vida que nos ahoga y cuando todo explota, cuando un día toda nuestra sombra sale, nos convertimos en monstruos.


Y no, no hay nada de malo ser esa sombra, ni que fuéramos los únicos en este mundo que desencajamos, lo gris es comenzar a caminar separados del resto sólo porque nuestros pensamientos se convierten en nuestro peor verdugo, ese castigador implacable que no perdona y repite vez tras vez como un disco rayado aquello que la humanidad ya olvidó pero que por supuesto para ti es una piedra gigante frente a ti que no te deja avanzar.


Ahí en esos momentos es cuando me pregunto si realmente soy libre, porque me he visto encerrada muchas veces sólo en mis pensamientos, en un discurso conmigo misma de vergüenza, de ansiedad, de odio, de rechazo, entre otros, que aunque tuviera una sentencia de divorcio firmada por el juez de todo aquello con lo que me he casado a lo largo de mis 32 años, ese papel no me ha dado la libertad en ninguno de esos divorcios, he sido yo la que me he dado la libertad con pensamientos que han dejado de ser reactivos respecto a eso. He sabido que soy libre cuando ya no reacciono ante aquello que antes me estrujaba el estómago.


Qué fácil decirlo, lo sé, pero cuando se está en medio del caos, cuando resulta que no encajamos con lo que también es parte de nosotros que es la paz y el amor, cuando hay todo un mundo listo con etiquetas, cuando hay expectativas que no dejan de mirarnos ... lo sé, pero justo por ello hoy escribo esto, porque no sé a quién y porqué se le ocurrió dejar de apreciar una tormenta, no sé porqué condenamos los tropiezos y el desenfreno, no comprendo cuando creímos que estaba bien si sólo sonreíamos.


A la mucha luz, la mucha sombra y es en esa misma intensidad que somos de ambos lados siempre. Que bonito que podamos vivir nuestra parte dark para así amar y valorar nuestra parte luz, pues el deseo por algo nace sólo de privarse de aquel placer y bajo ese entendido podemos ver con claridad que una vida plana nos lleva a un estado de letargo, de baja apreciación, de mediocridad. Nada que quite más vida que ser tibio.


Entendamos el equilibrio como una dualidad que debemos tomar como un papel a desarrollar en absoluta intensidad y que sólo de vivir una parte o la otra, sólo siendo sombra o sólo siendo luz, podremos ver y amar y desear la una o la otra. Sin contraste no hay apreciación.


Y que vivan los días de caos y locura !! al fin que es una forma más de sentirnos vivos !!


Con amor y una sonrisa , Ceci Colín.

96 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page